Foto de grifo comunitario en Salta Capital ( Villa Floresta). Fuente Observatorio de la Pobreza de Salta 2010.POR CARLOS MARÍA PAGANO FERNÁNDEZ.Que las audiencias por “solicitud de adecuaciones tarifarias” a que nos tienen acostumbrados tanto romeristas como el actual gobierno son pura hojarasca para una participación que no les va ni les viene, no hay quien lo dude en toda Salta. Todas las palabras bonitas que puedan decir funcionarios o reguladores son para hacerse ellos creer que nos hacen creer a los salteños que nos creemos semejantes tonterías… Mientras, a estos señores, ni se les pasa por el cerviz el adecuar los ingresos de sus empleados, dejando los sueldos bien congelados y, si dan una limosna mínima, tienen el descaro de llamarle “aumento salarial”.
Ya lo vimos con lo del boleto de transporte urbano colectivo y lo requeteconocemos con lo de la luz y del agua. Pura filfa. Esa es la cruda verdad. A los funcionarios hay que hacerles ver que nadie les cree una jota de lo que al respecto puedan decir por aquí o por allá.
En cuanto al agua, ¡pobre agua salteña!, en qué manos está…
El mismo día en que Urtubey rescinde el contrato con Aguas de Salta, en mayo del año pasado, haciendo el teatro de una pseudo reestatización que nunca existió, dijo respecto de la tarifa que no la aumentaría hasta fin de año. ¡Qué gran favor de estadista!
He aquí que tendría que haberla bajado, al menos, en un 30%. Su gran y espectacular anuncio de entonces para que todo siga igual fue cambiar la fachada, pues continúa siendo un negocio anónimo y no un servicio público que reconozca el derecho humano al agua, con el lucro como fin, tal cual lo es el de toda sociedad comercial, según se establece en el art. 1º del decreto 2195/09 de creación de “la COSAYSA SA de Urtubey” que decoró como Aguas del Norte SA.
Nada de extraño, pues, para la costumbre de la costumbrista Salta, que se repita la historia del macaneo democrático de hacer una audiencia para no escuchar absolutamente nada de lo que se diga y aumentar nomás las tarifas, así al menos en algo, somos los primeros en el país: en el precio del agua. Vergüenza nos debieran dar estas crudas realidades, empezando por los responsables de la cosa pública, que la tergiversan como quieren y para lo que quieren, riéndose de nosotros.
Recordemos el bochorno de la anterior audiencia del agua del 14 de octubre del 2008, cuando se puso en evidencia la burla del proceder del Ente Regulador al contestar por sendas notas a la Junta Promotora y al PO que no intervenía en las negociaciones sobre el agua y que lo hacía el Ministerio del Sr Loutayf, cuando ese mismo día apareció en el Boletín Oficial toda la negociación con Aguas de Salta con la firma en cada hoja del entonces presidente del Ente, Posadas.
Todo un humo que no aplica para nada en la realidad lo que les impone la Constitución de la Provincia la cual, en su art. 83, establece que “la población tiene participación en todo lo concerniente al agua” además de impedir explícitamente su “concesión a personas privadas” como Aguas de Salta SA o Aguas del Norte SA. Esta sordera representa la pura y mera continuidad lineal con la Dictadura de las Aguas en Salta.
¿Cómo haremos los salteños para sacudírnosla?
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